El descontrol de los mandos de los Mossos

El descontrol de los mandos de los Mossos Aún en caliente por la manifestación más tensa vivida en Barcelona en los últimos años hay que abrir un espacio para la reflexión. La primera premisa básica “los mandos políticos y operativos” de los Mossos d'Esquadra están descontrolados. Y eso, en democracia, es un grave peligro para la estabilidad de un territorio. Sobre la incapacidad política hemos hablado largo y tendido. Un dato hoy más elocuente. No se puede prohibir una manifestación autorizada porque otros se opongan. Sí se considera que no debe efectuarse no se debe autorizar. Pero sí se autoriza debe permitirse con las medidas de seguridad necesarias y rotundas para garantizar la libertad de expresión de los manifestantes.

A ese tema ya sabido, hoy, además, hemos de añadir la incapacidad operativa de los Mossos. Desplazar el grueso de una manifestación de un núcleo cerrado como Pl. Sant Jaume a un espacio abierto, encima comercial y en sábado, como la Pl. Cataluña es un error que debería provocar dimisiones en bloque en los mandos policiales. Por concepto un espacio abierto es difícil de controlar, y con elementos alienos, como los turistas, una bomba en potencia. Hoy hemos visto turistas correr, llorar y huir con cara de pánico. Gente a quien la independencia les importa un carajo, y que simplemente había venido a Barcelona de vacaciones a gastar dinero para que vivamos mejor.

La Pl. Cataluña se ha convertido, al mediodía, en una cárcel donde era imposible entrar. Aunque quienes conocemos la ciudad hemos sido capaces de atravesar el “supuesto cordón policial” por alguna de sus callejuelas no principales. Pero no solo nosotros, cámara y móvil en mano, sino decenas de independentistas que se han colocado en forma de pinza delante y detrás de las unidades de la Unidades Antidisturbios de la Brimo de los Mossos.

Estos movían furgonetas a toda velocidad, incluso por la acera, en un claro ejercicio de descontrol total de la situación. La policía se debe a unos mandos políticos, con mejor o peor sintonía, pero nunca debe olvidar que el mando operativo es suyo. Y su dignidad, su prestigio, debe basarse en proteger al máximo a los ciudadanos de su territorio. Poner en riesgo, cientos o miles de turistas o simples barceloneses, por una clara incompetencia debería ser solucionado. Aquí no hablamos ya de una mala fe política, sino de una poca profesionalidad de los Mossos. Dos cosas diferentes que deben ser analizadas.

Autor: Carles Enric López/GN