Han pasado dos años y medio des de que Artur Mas dio su famoso ‘paso al lado’ para dejar sitio a Carles Puigdemont al frente de la Generalitat de Cataluña. Aquel 9 de enero de 2016 marcó un punto de inflexión en la política catalana, ya que el líder del procés tiraba la toalla para contentar a la CUP. No obstante, la renuncia de Mas no era definitiva, básicamente porque seguía al frente del PDeCAT, el partido creado para desvincularse de la corrupción de Convergencia.
Tras los escándalos de corrupción, y la sentencia del ‘caso Palau’, a principios del 2018, Artur Mas decidió dar otro “paso al lado”. Esta vez, parecía que definitivo. Sin embargo, hoy ha trascendido que Mas quiere volver. Y lo quiere hacer de la mano de su sucesor, Carles Puigdemont. En este sentido, la reunión que se celebrará hoy en Waterloo (Bélgica) será decisiva.
A diferencia de los que muchos auguraban, Artur Mas siempre ha querido ser protagonista, y el único motivo que explica su retirada temporal fue certificada por el juez del ‘caso Palau’: la Convergencia de Jordi Pujol y Artur Mas se había financiado ilegalmente a través del cobro de comisiones.
En un nuevo intento del partido nacionalista para evitar ser relacionado con Convergencia, ahora el objetivo es estructurar las bases de la Crida Nacional por la República, el partido impulsado por Puigdemont y Quim Torra. La reunión de hoy tiene que servir para definir el nuevo papel de Artur Mas dentro de la antigua Convergencia y en el procés. Tras el fracaso del PDeCAT, Junts per Catalunya, ahora es el turno de la Crida Nacional por la República, la versión 4.0 de Convergencia.
Ahora sólo faltará saber si las ansias de poder también afectan a la relación entre Mas y Puigdemont. Y ya que estamos, también será interesante ver si el nuevo partido participará activamente en el “otoño caliente” que auguran Jaume Alonso-Cuevillas y Pilar Rahola.
Autor: Redacción