Jaume Vives, el vecino que silencia las ‘caceroladas’ con música de Manolo Escobar y Peret

Las ‘caceroladas’ ya es un ritual independentista. Por la noche, las cacerolas se convierten en la banda sonora de muchas calles de Cataluña. Pero no todo el mundo se expresa de la misma forma. Es aquí cuando entra Jaume Vives. Un joven periodista de Barcelona ha decidido cambiar la liturgia: poner música de Manolo Escobar, Peret, ‘sardanas’ e incluso de ‘La Trinca’. “A veces también hago discursos des del balcón de mi casa”, dice Vives. El motivo de su iniciativa -paralelo a las ‘caceroladas’ de las 10 de la noche- no es reivindicar la autodeterminación de Cataluña ni tampoco el referéndum. “Desde mi punto de vista la sociedad está altamente manipulada”, asegura el joven barcelonés. En este sentido, Vives, que se considera anticapitalista y anticomunista, cree que los medios de comunicación y la clase política son los responsables de la situación de tensión que se vive en Cataluña. “No pueden negar que han generado una fractura social en Cataluña. Los políticos independentistas han impulsado una quimera, y hay gente que han creído en ellos. El problema llegará cuando vean que solo es un sueño”, ha asegurado Jaume Vives. Finalmente, durante la entrevista, Jaume Vives también ha explicado que “en el ámbito de la educación, en Cataluña han construido una historia que ha calado en la sociedad catalana. Si lees los libros de historia te das cuenta que hay una tergiversación de la historia, y esto es muy triste”.

¿Cómo surgió la iniciativa?

Todo empezó con el tema de las ‘caceroladas’. La gente reivindicaba un mensaje y yo pensé que también tenia el derecho de expresar el mío. Desde entonces, a partir de las 10 de la noche, pongo música de Manolo Escobar, Peret, La Trinca, ’sardanas’, de todo. A veces también hago discursos desde el balcón de mi casa.

¿Cuál es tu intención?

Desde mi punto de vista, la sociedad está altamente manipulada. Creo que la situación en Cataluña es muy complicada y para combatir este ambiento de tensión, he optado por el sentido de humor. Evidentemente el fondo de la situación es serio y me preocupa, pero creo que el humor es imprescindible.

¿Cómo reacciona la gente?

Hay reacciones de todo tipo. Vivo en un bloque de pisos y al principio casi todos los balcones estaban llenas de ‘esteladas’. Ahora hay mes gente son la ‘senyera’ y banderas españolas. La gente se anima y se suma a la fiesta. No obstante, hay otras personas que no comparten mi opinión y me insultan. De hecho me han llenado el buzón de ’esteladas’ e incluso me han pintado una esvástica.

Ahora te conoce todo el país. ¿Has recibido mensajes de apoyo de algún partido político?

En las redes sociales he recibido el apoyo de personajes conocidos pero no hay ningún partido que haya contactado conmigo.

¿Cómo crees que terminará la situación en Cataluña?

Hace una semana parecía todo negro. Desde el martes (la declaración de Puigdemont) tengo claro que todo seguirá igual.

Los independentistas llevan siete años igual: aceleran y luego se paran. Es verdad que están más cerca que nunca pero creo que depende de la gente que siga su discurso.

¿Y cómo te gustaría que terminara?

Quiero que se imponga la verdad. Los independentistas se quejan de los medios de comunicación españoles, y es verdad que a veces distorsionan la realidad. Pero lo que realmente me preocupa es que medios de comunicación catalanes, de ámbito público, fomenten el odio. Medios públicos como TV3 y Catalunya Radio, y privados como RAC-1 o Vilaweb construyen un mensaje que crea enemigos dentro del mismo pueblo. Y eso me indigna. Puede que no llegue la sangre al río, pero la situación es muy tensa y creo que los políticos y algunos medios de comunicación contribuyen a crear este clima. No pueden negar que han generado una fractura social en Cataluña. Los políticos independentistas han impulsado una quimera, y hay gente que han creído en ellos. El problema llegará cuando vean que solo es un sueño.

¿Cuál es la solución?

Creo que el problema de fondo no solo son los medios de comunicación. En el ámbito de la educación, en Cataluña han construido una historia que ha calado en la sociedad catalana. Si lees los libros de historia te das cuenta que hay una tergiversación de la historia, y esto es muy triste. Los representantes independentistas utilizan un lenguaje bonito pero detrás hay una gran mentira. La solución es hablar y no dejar de hacerlo. Para mi el problema es superficial. El tema que me preocupa es que España, Cataluña y Occidente vivimos un periodo de decadencia. El problema central no puede ser el referéndum. El problema es que se presta poca atención a los asuntos sociales y que se genera una fractura social. Creo que el conflicto es consecuencia de la decadencia de Occidente.

¿Qué piensas del 1-O?

No voté pero sí que comparto una cosa con los independentistas: lo legal no siempre es legítimo y viceversa. No me considero constitucionalista. De hecho, nunca he votado a ninguno de los grandes partidos que gobiernan en España y en Cataluña. El problema no es votar. El problema es el mensaje que hay detrás y los asuntos que ignoramos para centrarnos con el ‘procés’. Es una pena.

¿Tu ideología respecto al ‘procés’ te ha afectado en el ámbito personal o profesional?

En el ámbito personal no porque mis amigos y mi familia comparten una visión parecida a la mía. El ámbito profesional ya es otra cosa. Profesionalmente hago charlas sobre los documentales que hago en el Oriente Medio y he notado que en muchos sitios ya no me llaman para hacer charlas. Evidentemente son personas independentistas pero es su problema.

¿Políticamente cómo te definirías?

No me considero ni de derechas ni de izquierdas. Soy anticapitalista y anticomunista. Pero no tengo ninguna simpatía con la CUP, básicamente porque dicen que son antisistema y no lo son. También me considero católico.

Autor: Redacció