Batea, un pequeño pueblo de la provincia de Tarragona, ha anunciado que quiere dejar de ser un municipio catalán y pasar a pertenecer a Aragón porque se siente discriminado por la Generalitat. El alcalde de la localidad, Joaquim Paladella, ha presentado una petición formal a la Subdelegación del Gobierno en Tarragona para pedir una reunión donde se exploren las posibilidades jurídicas de convertirse en un municipio de Aragón. Además, también quiere entrevistarse con el presidente catalán, Carles Puigdemont.
Después de las consultas a todas las administraciones, el alcalde plantea un referéndum en el pueblo y que sean los vecinos quienes decidan si cambian de comunidad autónoma.
El motivo de esta propuesta de independencia, asegura Paladella, es la larga lista de "discriminaciones" que ha vivido el pueblo y las constantes choques con la Generalitat que dice haber sufrido el municipio de la Terra Alta, de unos 2.000 habitantes. El alcalde socialista destaca que el pueblo se siente "muy catalán", pero que la situación no puede continuar. Entre los agravios que expone está el hecho de que el Gobierno catalán ha incumplido el compromiso hecho hace años de ofrecer 60 plazas concertadas de una residencia geriátrica en el pueblo.
A través de un comunicado, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ya ha puesto el grito en el cielo y ha mostrado su "indignación e impotencia" por la propuesta del alcalde, asegurando que "no todo vale" para lograr "unas plazas de la residencia ".
Autor: Redacción
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