El profesor de Ciencias Políticas José Javier Olivas sigue desmontando los bulos en torno al Catalangate y el supuesto espionaje al independentismo que denuncio CitizenLab. El doctor por la London School of Economics e investigador en el Departamento de Ciencia Política y Administración de la UNED ha investigado a fondo el caso y el informe de CitizenLab, que considera repleto de lagunas y con faltas metodológicas serias.
En informe "El caso Pegasus. Una revisión crítica del informe Catalangate de CitizenLab" de Olivas relata las injerencias con las que ha trabajado el Comité Pega creado por el Parlamento Europeo para investigar el espionaje.
Denuncia "presiones externas" para vetar a los dos expertos españoles invitados a participar en las sesiones de trabajo, "una situación que enviaba un inquietante mensaje de falta de imparcialidad, pluralidad y contraste de argumentos e ideas. Si se aceptaban cancelaciones, censuras y vetos de quienes, por rigor académico y metodología, criticaban o cuestionaban las fuentes del informe, evidenciaría que el comité, sus trabajos y sus conclusiones podían ser manipulados e instrumentalizados para enterrar la verdad. Pero, desgraciadamente, el veto y la censura se impusieron", explica el eurodiputado de Cs, Jordi Cañas, en el prólogo del informe elaborado por José Javier Olivas.
El documento del académico disecciona el informe publicado por el laboratorio de la Universidad de Toronto, revelando "graves problemas metodológicos y éticos que socavan gravemente su valor como base probatoria para las comisiones parlamentarias y los juicios".
El análisis crítico, asegura Olivas, muestra que "el diseño de la investigación de CitizenLab, el trabajo de campo y la notificación de los resultados del informe «Catalangate» contravienen las normas comúnmente aceptadas de conducta e integridad de la investigación académica". "La variedad y gravedad de los escollos descubiertos sugieren que CitizenLab y las organizaciones políticas que colaboraron con ellos en la elaboración del informe pueden haber intentado inducir deliberadamente un fuerte sesgo político para dar forma a la opinión pública y lograr un fuerte impacto mediático", asegura.
Entre los problemas detectados, Olivas detalla que la investigación infringe directrices y principios básicos de criminalística digital; los resultados del estudio no son reproducibles ni han sido validados de forma independiente y la falta "muy inusual de transparencia" en lo que respecta a la metodología.
También denuncia de cuándo, dónde y quién realizó los análisis forenses y la ocultación de conflictos de intereses políticos y económicos de los autores del informe.
Autor: Redacción