La tragedia que ha tenido en vilo a todo el país ha llegado a su fin esta madrugada: dos mineros y un agente de la Guardia Civil han encontrado el cuerpo sin vida de Julen. Desde el pasado 13 de enero, un gran despliegue de equipos de rescate han trabajado día y noche para localizar al menor de dos años. Finalmente, a la 1.25 de la madrugada lo han hallado.
Según ha informado la Guardia Civil, el cuerpo de Julen ha sido encontrado a unos 71 metros de profundidad. El pozo, situado en una finca familiar de Totalán (Málaga), hacía 110 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro, pero a lo largo de estos 13 días se ha producido un desprendimiento de tierra.
La complexidad del terreno ha provocado que los miembros de la Brigada de Salvamento Minero hayan tardado más de lo previsto. Tras realizar hasta 4 microvoladuras, finalmente un agente de la Guardia Civil ha sido el responsable de realizar los últimos trabajos de rescate del pequeño. Básicamente porque tras la denuncia de los padres, se mantiene abierta una investigación judicial.
De hecho, está previsto que hoy se conozcan los primeros datos de la autopsia. No obstante, según el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, las causas de la muerte de Julen todavía no serán claros hasta dentro de unos días.
Al confirmarse la tragedia, agentes de la Guardia Civil han comunicado la noticia a los familiares del niño de dos años. Sus padres, José Roselló y Victoria García, se han venido abajo. Hay que recordar que en 2017 falleció su otro hijo, Óliver, que murió de forma repentina mientras paseaba por la playa junto a sus progenitores. El niño solo tenía tres años.
Autor: Redacción