Ni libertad de expresión ni sentido de humor. Una vez más, el independentismo catalán ha demostrado no creer en ninguna de las dos cosas, o al menos cuándo llegan desde el exterior. Tras semanas de polémica e insultos por parte de los internautas, finalmente la empresa de embutidos Pig Demont se ha visto obligada a cerrar temporalmente.
A través de un comunicado, la compañía malagueña ha concretado los motivos de su cierre: “a causa de la presión, la falta de libertad de expresión, la falta de humor y la cobardía no se aceptarán, de momento, más pedidos y se servirán todos los contratados pendientes a partir del lunes”.
El máximo responsable de Pig Demont, Alberto González López ha querido expresar su disconformidad y ha asegurado que “fill de puta es lo más suave que me dicen. Son exaltados que tienen que llevar su dogma de fe hasta las últimas consecuencias”. En una clara alusión cómica a la figura de Carles Puigdemont, la empresa malagueña ha cerrado hasta que la tensión se haya rebajado.
Autor: Redacción