Las sonadas declaraciones del diputado de Junts pel Sí, Lluís Llach, amenazando a los funcionarios que no cumplan las leyes de desconexión de Cataluña y asegurando que "serán sancionados" y "sufrirán" han situado al cantante de nuevo en el centro de la diana. Desde su entrada en política, Llach ha sido una figura controvertida, criticada por su bajo perfil técnico y un elevado patrimonio.
Las carencias del discurso político de Llach quedaron al descubierto ya durante la campaña electoral, especialmente en un debate en TV3, pero lo que levantó más polvareda fue su declaración de bienes, publicada en la web del Parlamento de Cataluña, que lo situó como uno de los diputados más adinerados del hemiciclo con un patrimonio valorado en 1,3 millones de euros, aunque inicialmente por un error el portal de la Cámara le atribuía 9,8.
Llach, que vive entre Porrera, Parlavà y Senegal, declaró un patrimonio propio de un terrateniente, un gran empresario con tres casas en propiedad, dos fincas rústicas, un local y otros inmuebles urbanos por un valor total de 569.375,62 euros, a los que hay que añadir 136.000 euros en cuentas y depósitos, participaciones en sociedades por valor de 594.744,5 euros y 85.200 euros en acciones y fondos de inversión, además de un velero Nordwind de 11 metros de eslora. También declaró una deuda que asciende a 180.000 euros.
Como empresario, el cantautor ampurdanés es cofundador del Celler Vall Llach, negocio que utiliza sin problemas el castellano -se puede comprobar en su web- y tiene puntos de distribución en toda España y en otros países.
Autor: Redacció