Las relaciones de pareja son muy importantes para nuestras vidas, puesto que, con nuestra pareja, construimos una serie de proyectos en común y compartimos numerosos momentos. Para que una relación pueda funcionar, es necesario también ser flexible en determinados aspectos, ceder ante los requisitos de la otra persona, y viceversa. A veces, nuestra experiencia y visión del mundo, así como los proyectos, son diferentes los tuyos que los de tu pareja. Por eso, con el objetivo de tratar de fortalecer una relación, hoy vamos a dar algunas recomendaciones y consejos útiles.
No perder tu identidad: debes mantener tu esencia, de forma que la persona que te quiere debe aceptar tu forma de ser. De este modo, una persona puede cambiar algunas conductas que pueden ser perjudiciales, pero nunca su forma de ser. Hay que tener en cuenta, que, al estar en pareja, es muy normal cambiar algunas cosas en favor de la relación, pero eso siempre pensando en que el beneficio es mayor y va más allá de la pareja, con la idea de que es para evolucionar como persona.
No dejar de tener una vida propia: siguiendo la línea del punto anterior, hay que tener en cuenta que no hay que vivir todas las experiencias en pareja. Es importante tener amigos e intereses propios.
Tener complicidad: al estar en pareja, se crea un lenguaje particular entre las dos personas, con miradas, gestos, expresiones, que hacen que la relación sea única. Es necesario que exista la capacidad de reírse uno con el otro, así como de poder expresarse libremente sin que haya prejuicios. La sinceridad aquí es la clave.
Una confidencialidad: es necesario poder sentirse libre de expresar los pensamientos y los sentimientos para poder construir una relación muy fuerte y duradera. Hay que poder estar cómodo hablando con la pareja.
Ser un punto de apoyo: hay que estar el uno para el otro cuando sea necesario. Cuando se está en una relación de pareja, se comparten tanto los buenos como los malos momentos, haciendo que el compañerismo sea una parte clave de la relación, y se convierta en la base del crecimiento de la misma.
Saber perdonar: esto tiene que ver con la flexibilidad. En una pareja hay que saber aceptar los errores y perdonar al otro. Reconocer los errores cometidos tiene mucho que ver con el crecimiento personal. Todos nos equivocamos en un momento dado, pero lo importante es saber aceptarlo. Además, al perdonar las acciones de la pareja, lleva a la posibilidad de cambio y desarrollo personal.
Ser creativo: con la idea de mantener el amor vivo, hay que alimentarlo todos los días. Es necesario expresar cómo nos sentimos, mostrar atención, y ser creativos ante diferentes situaciones. Todo esto fortalece la relación. No hay que caer en la rutina y la monotonía. Hay que tener en cuenta, que, aunque sabemos que queremos a la pareja, es esencial demostrarlo. No hay que dar por hecho que ya está todo ganado y dejar de conquistar a la otra persona. Por eso, es importante recordar estrategias útiles del comienzo de la relación y aplicarlas, así como acciones nuevas basadas en lo que conocemos de la pareja, cosas que harán que la chispa se mantenga, así como la emoción.
Tener una buena vida sexual: la sexualidad afecta a la psicología de una pareja. El estrés y el cansancio de cada día pueden afectar en la relación. Puede ser interesante buscar o crear ambientes adecuados y emocionales, y tratar de evitar los encuentros automáticos, como una forma de mantener la relación emocionante y más dinámica. Para ello, incluir juguetes eróticos puede ayudar a mantener la chispa y dar más emoción a la vida sexual en pareja. Existen múltiples opciones, como los consoladores con ventosa de fijación, por ejemplo, o los vibradores para parejas, entre muchos otros. Además, hoy en día, en los sex shops online es posible poder ver todo lo que hay en el mercado desde la comodidad de la casa y en la intimidad con la pareja de forma sencilla.
La importancia de las caricias: una de las claves es hacer de las caricias una novedad. Hay que tener en cuenta, que hay sentimientos que se expresan mejor con un abrazo o una caricia en lugar de con palabras. Las caricias, además, tienen un efecto terapéutico, puesto que reducen el estrés, son relajantes, y crea un vínculo que no se puede reemplazar.
Tener momentos para dos: hay que tener en cuenta, que, cuando hay niños de por medio, es muy poco el espacio que hay para compartir en pareja. Los familiares pueden ser de gran ayuda a la hora de poder tener algún momento a solas. Además, en la vida cotidiana hay que tratar de buscar momentos para vivirlos en pareja, como cuando ya se han acostado los niños, o antes de que se levanten, por ejemplo.
Mostrar interés en lo que hace la otra persona: los intereses, hobbies, gustos y conocer al otro, pueden aportar mucho a la relación. Hay que tratar de comprender qué es lo que le gusta a la otra persona, como una forma de crear espacios para compartir.
Romper la rutina: muchas veces prevalece la rutina debido a que resulta muy cómoda, pero las rutinas pueden volverse muy automáticas y hacer que se pierda la emoción. Romperlas no es tan complicado como parece. Hay que dar un espacio para la espontaneidad y atreverse a hacer cosas que son fuera de lo común y pasar a la acción.
Todos estos consejos pueden ayudarte a fortalecer una relación en pareja y pueden ser interesantes para llevarlos a cabo.
Autor: Redacción
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