El cáncer de mama en uno de los países más pobres del mundo

Una de cada 8 mujeres españolas sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida. Y gracias al avance de la ciencia y a la tecnología, hoy en día la supervivencia a 5 años de este tipo de enfermedad está por encima del 99% en nuestro país, en las pacientes con el tumor exclusivamente en la mama. Y aún queda mucho por avanzar. Sin embargo, como en muchas otras situaciones, el índice de supervivencia de este tipo de enfermedad depende, principalmente, del lado del mundo en el que te haya tocado nacer.

Guinea Bissau cuenta, según los diferentes índices, con el peor sistema sanitario de África. Con menos de un médico por cada 10.000 habitantes y ningún especialista en oncología en todo el país, recibir un diagnóstico de un tumor en el pecho es equivalente a una sentencia de muerte.

El único tratamiento posible es la mastectomía radical de la mama y eso solo sucede cuando “tenemos la suerte de contar con especialistas llegados de fuera que vienen a hacer un voluntariado”, explica Andrea Rodrigues desde el Hospital Simao Mendes en Bissau, el más importante de todo el país. Rodrigues recibirá su licenciatura en medicina la próxima semana, pero ya hace años que ejerce en el campo sanitario, primero como enfermera, después como médico en prácticas ante la falta de personal. Llegó a Guinea Bissau desde Brasil hace casi una década, con la ilusión de cambiar y salvar vidas. Diez años después, tiene claro que la situación desesperante del sistema sanitario de este país la ha marcado demasiado profundo.

“En los casos que hemos atendido en nuestras expediciones médicas, el tumor está tan avanzado que es evidente a simple vista. Han llegado mujeres con el pecho completamente abierto, con gusanos en las heridas, con pus brotando y con un terrible dolor que callan”, explica el Dr. Ivan Mañero, cirujano plástico y presidente de la Fundación que lleva su nombre y que cuenta, entre otros proyectos, con el envío de expediciones médicas especializadas a Guinea Bissau desde hace más de 15 años.

Pacientes más jóvenes en Guinea Bissau
Djatu es una de las mujeres que fueron atendidas por el equipo de la Fundación del Dr. Mañero en su última expedición. Llegó de la mano de su hija, con miedo y sabiendo que aquello “no era nada bueno”. Con su cabello blanco y una sonrisa tierna miraba al equipo médico cuando les dijo “haced lo que podáis” y les dio las gracias antes de dormirse. Ella no quería ir al hospital, fue su hija quien la convenció porque había médicos españoles que la podían ayudar, sino hubiera sido así, no se lo hubiera planteado, confiesa Djatu. Ella es un caso raro, tiene casi 60 años. O al menos eso cree, ya que no lo tiene muy claro, no sabe leer ni escribir como prácticamente el 70% de las mujeres de este país.

La edad es también otro factor diferenciador entre España y Guinea Bissau, las mujeres que acuden a un centro médico por un tumor en la mama tienen entre 18 y 40 años. “Son muy jóvenes, la mayoría tienen alrededor de los 30 años. Es una situación muy triste y te hace sentir una gran impotencia porque tampoco existen programas de prevención por parte del ministerio de salud”, nos cuenta Andrea. En uno de sus viajes, el Dr. Mañero atendió a Mariama una paciente que, con tan solo 21 años, sufría un cáncer de mama en estadio 4 “tenía mucho dolor y para ofrecerle una mejor calidad de vida le practicamos una mastectomía radical prácticamente solo con sedación y anestesia local, porque no teníamos más medios.

No se quejó en ningún momento. Vivió solo un año más con un ibuprofeno de 400 mg diario como tratamiento paliativo”, recuerda. “Aquí sería impensable llegar a estos extremos. Es muy triste pensar que no puedes hacer allí lo que haces aquí. Que las mujeres de allí no tienen las mismas oportunidades que las de aquí. Es injusto”, señala Mañero. En los quirófanos de su clínica de Barcelona, IM CLINIC, el Dr. Ivan Mañero y su equipo reconstruyen a mujeres que han pasado por la mastectomía “buscando un pecho bonito, con el que se sientan a gusto, con el que puedan borrar el recuerdo de cómo le afectó la enfermedad, con el que vuelvan a tener una buena autoimagen de ellas mismas. Esto las hace sentir más seguras, mejora su vida emocional, social y de pareja... en definitiva, son más felices”.

Un país sin medios para atender el cáncer de pecho
En Guinea Bissau no es que los medios no sean suficientes, es que no hay. No cuentan con ningún aparato de mamografía o de radioterapia en todo el país, ni con quimioterapia. “No se hacen anatomías patológicas, porque ni tenemos la aparatología necesaria, ni los especialistas adecuados, por ello la mayoría de mujeres llegan con un estadio 3 o 4 del cáncer”, explica Rodrigues. Si las familias tienen suficientes contactos y dinero, tendrán la oportunidad de viajar a Portugal para ser atendidas dentro de un convenio de colaboración sanitaria, pero estos casos son prácticamente anecdóticos.

En Guinea Bissau, uno de los diez países más pobres del planeta, la situación es tan grave que muchos médicos prefieren no dar el diagnóstico a la familia. “No pueden hacer nada más que enviarlas a casa. No hay otra opción porque no tenemos tratamientos y las curas paliativas son demasiado caras y el estado no las cubre. Muchas familias, cuando saben que la mujer sufre un cáncer de mama o cualquier otra enfermedad terminal, abandonan a la paciente en el hospital con la esperanza de que allí se apiaden de ella y le den el tratamiento paliativo que necesita. Son familias que no pueden permitirse los fármacos para evitar el sufrimiento final”, explica la futura doctora Andrea Rodrigues con voz entrecortada.

Autor: Redacción