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Plataformas como Cashfloat han ayudado a incentivar un sector que no deja de aumentar su relevancia en el país
La crisis económica provocó infinidad de consecuencias, pero también supuso el surgimiento de nuevas maneras de actuar, de pensar o de interpretar la realidad. Uno de los campos donde más se notó la transformación fue en el de la financiación, un sector en el que en los últimos años han aparecido con mucha fuerza los créditos rápidos que se consiguen a través de Internet.
En España, concretamente, dichos microcréditos online vieron la luz alrededor del año 2008, un punto de inflexión que no ha dejado de aumentar su relevancia entre los usuarios con el paso de los años. Y es que su finalidad, y por lo tanto su funcionalidad, difiere del que ofrecen los créditos bancarios tradicionales, puesto que se adaptan al ritmo de vida actual, que es trepidante y cambiante. En este sentido, se tratan de créditos que se utilizan a corto plazo cuando aparecen pequeños contratiempos económicas o urgencias de dinero.
Una plataforma donde se puede gozar de los beneficios de los préstamos online es Cashfloat.es, marca registrada de la reconocida empresa financiera Wester Circle Spain. En este sentido, y después de más de un lustro posicionándose como una de las compañías de micropréstamos referentes en el Reino Unido, la empresa ha decidido recientemente dar el salto a España, donde ya ha ayudado a más de 20.000 usuarios.
Cashfloat, que basa su modelo en los préstamos responsables, en la transparencia y flexibilidad en las gestiones, así como en la innovación con las nuevas tecnologías, ha diseñado un micropréstamo perfectamente adaptable a las distintas necesidades de las familias. Para hacerlo realidad, su equipo ha tenido que trabajar durante 1.800 días, una labor que ha dado sus frutos con un producto muy potente a nivel internacional, pero también asequible, seguro e inmediato.
Un producto en auge
El procedimiento sencillo que implica pedir un préstamo a golpe de clic ha incentivado su uso con el paso del tiempo reciente, y así lo corroboran entidades del sector como, por ejemplo, CámaraBilbao. En este caso, y a diferencia del crédito bancario convencional, que implica personarse en la entidad y facilitar mucha información para obtener (o no) el préstamo, la gestión a través de Internet se convierte en un trámite mucho más efímero, teniendo en cuenta que no se necesitan prácticamente datos y tampoco piden avales. Normalmente, el cliente puede gozar de su crédito online en menos de 24 horas.
