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Existen estudios que demuestran que los bebés que son transportados en mochilas portabebés lloran con mucha menor frecuencia. Se trata de un dato que es fácilmente constatable en cualquier parte del mundo
Aunque el uso de mochilas portabebés ha aumentado considerablemente en los últimos años, este modo de transporte ha venido funcionando exitosamente durante siglos en multitud de culturas de todo el mundo. No en vano, se trata de una práctica que promueve el vínculo entre el bebé y su portador, facilita la lactancia materna o ayuda a combatir la depresión posparto, entre otras muchas bondades. A continuación, mostramos algunos de los beneficios más importantes que esta manera de transportar al bebé lleva consigo.
Todos los padres quieren que su bebé esté feliz todo el tiempo posible. Existen estudios que demuestran que los bebés que son transportados en mochilas portabebés lloran con mucha menor frecuencia. Se trata de un dato que es fácilmente constatable en cualquier parte del mundo.
El uso de mochilas de porteo para bebés se traduce en cambios beneficiosos y permanentes, y es que está demostrado que mejora el coeficiente intelectual del bebé, su seguridad psicológica y su independencia.
Colocar al bebé boca abajo (decúbito prono) es importante para su desarrollo físico, emocional e intelectual. Le ayuda a aprender a mantener la cabeza erguida, a agarrar objetos para desarrollar sus habilidades motoras y a observar el mundo que les rodea. Sin embargo, la actividad del día a día condiciona mucho el tiempo disponible que se dedica a dejar al bebé en esta postura. Afortunadamente, con el uso de mochilas portabebés se obtienen los mismos resultados, por lo que se establece una equivalencia que contribuye a optimizar el desarrollo en los quehaceres cotidianos.
Esta modalidad de transporte que es posible encontrar en mimundobebe, permite a los cuidadores permanecer con las dos manos libres mientras mantienen en todo momento al bebé cerca y seguro. Los cuidadores cuentan de este modo con total libertad para ocuparse de otras tareas, al mismo tiempo que llevan a su bebé encima. Sin duda, prima la utilidad.
Esta práctica permite que los bebés puedan desarrollar con mayor rapidez una amplia sensación de seguridad y confianza con respecto a sus padres. A partir de ahí, aumentan las probabilidades de que se vinculen a ellos de una forma más eficiente, promoviendo de esta manera una mejor independencia a largo plazo.
Otra de las ventajas de usar mochilas de este tipo es que los bebés pasan un mayor tiempo en silencio y en estado de alerta, es decir, la mejor actitud para incurrir con más soltura en el aprendizaje. Los estudios han demostrado que los bebés que son portados mejoran mucho la predisposición en la alerta visual y auditiva en comparación con aquellos niños pequeños que permanecen durante más tiempo tumbados. Pero esto no concluye aquí, y es que estas mochilas promueven la mejoría en el desarrollo del habla, ya que están más expuestos a la vida cotidiana y a la conversación entre adultos.
Al estar tan cerca del ritmo cardíaco de sus cuidadores, el bebé activa el suyo propio con mayor rapidez, consiguiendo con ello que los latidos del corazón, la respiración, la voz y el calor humano les resulten familiares, algo que contribuye ampliamente a mejorar su adaptación social.
Los estudios apuntan a que en el futuro la mitad de los bebés sufrirá plagiocefalia, o lo que es lo mismo, síndrome de cabeza plana. Se cree que este problema es resultado del uso excesivo de dispositivos tales como sillitas para coche, columpios, asientos inflables o similares. Afortunadamente, al llevar al bebé en una mochila portabebés se evita la presión constante en la parte posterior de la cabeza que todos estos elementos ejercen, por lo que garantiza una mejor seguridad en este sentido.
En definitiva, se trata de un elemento que facilita y mejora la vida diaria de las dos partes implicadas.
