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21-12-2018 | 21:00hs
•OPINIó

El suicidio del independentismo y el socialismo en Cataluña

Ante esa nueva mirada gran parte del independentismo ha decidido tirar por el camino más recto, el suicidio

Las jornadas del 20-21 de diciembre del 2018 pasaran a la historia reciente de Cataluña como los días del fin del independentismo. Como en cualquier proceso radical los damnificados aumentan cuando el final se acerca. A estas alturas nadie duda que el socialismo, en el sentido estricto del PSOE y el PSC, seguirán el camino de la insignificancia y la desaparición como en Francia e Italia. La apuesta de Pedro Sánchez y Miquel Iceta es la tumba del partido más antiguo del panorama español. Sirve, así mismo, como retrato del fracaso del político que nunca ha pisado la calle.

Todo un cúmulo de circunstancia extrañas, en escaso días, de difícil análisis. El votante independentista no entiende la traición de ERC. El blanqueo continuado del líder Oriol Junqueras, como si no hubiera otro. La huida cobarde, aún sin explicación, de la todo poderosa Marta Rovira. Y el oscuro gestor, con pasado familiar franquista de la línea dura, de Pere Aragonés son un caldo de difícil absorción. Recuerda más a una pandilla de amigos o a una familia que a un partido representativo.

Caído, además, Carles Puigdemont, en la desgracia de la perdida de influencia en la poderosa maquinaria de propaganda de Tv3 y satélites digitales, al haber configurado una marioneta, de un muy bajo nivel intelectual y moral, como Quim Torra. Todo suma en que apenas 50-60 personas intentaran boicotear la reunión del Palau de Pedralbes, y horas después, apenas unos miles, intentaran enturbiar un día soleado en plena preparación de las vacaciones navideñas. Decimos 'intentar' porque las voces internas del movimiento “familiar” reconociendo el fracaso de la movilización son un clamor.

Aunque curiosamente al independentismo no lo ha ganado nadie. Se ha suicidado directamente. En su suicidio se ha llevado, por delante, el pseudo socialismo de Pedro Sánchez y Miquel Iceta que probablemente repetirán los peores resultados de su historia. Ambos han visto la escena desde una visión antigua sin percatarse que la calle quería otra mirada. Demasiados años a la sombra del dinero público tiene ese problema.

En Cataluña ahora ya nada será lo mismo. Nada puede ser lo mismo. El independentismo se nutrió de uno de los sentimientos más vulgares de la sociedad, el aburrimiento y la depresión. Y con los años, el cansancio, incluso la mentira, han menguado sus tropas. Ya no pueden más. Aquello de tener la independencia a mano, de ser independientes año tras año, se ha acumulado en una gran mentira. Una mentira sólo negada por los más fieles, principalmente la audiencia de tv3, que aún creen.

Como siempre hemos dicho la independencia no era el fin de la gran mentira. Esta era simplemente mantenerse en el poder, cobrar unas nóminas a final de mes y colocar a toda la familia bajo dinero público. Curiosamente muchos no se han dado cuenta del truco hasta que otro personaje con los mismos valores ha jugado al mismo juego. Pedro Sánchez con su actitud ha abierto a los ojos al independentismo. Su juego, simplemente de querencia de poder, es un error en España, demasiado grande, pero era una virtud en Cataluña, una comunidad pequeña, casi familiar.

Una virtud catalana que se ha destrozado cuando han visto en el espejo que lo que les prometían los líderes catalanes durante años era el modelo mostrado por Pedro Sánchez en unas semanas: quedarse en el poder para medrar con dinero público. Ante esa nueva mirada gran parte del independentismo ha decidido tirar por el camino más recto, el suicidio. Y ahora simplemente abrazan un independentismo antes muerto que Sánchez.




Link:
https://gironanoticies.com/noticia/82925_el-uicidiodelindependenti-moyel-ociali-moencataluna-1.htm