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30-07-2018 | 23:07hs
•OPINIó

Josep Maria Matamala, la sombra de Carles Puigdemont

Los Matamala empezaron con Franco, asaltaron el primer catalanismo como excusa, y usaron la democracia para medrar creando y potenciando a un personaje de tercera como Carles Puigdemont

Un personaje que ha saltado a los medios los últimos meses ha sido Josep Maria Matamala, la denominada sombra de Puigdemont. Para entender bien la amistad con el expresident hay que entender primeros sus comunes orígenes. El padre de Matamala, Feliu Matamala, nació en Amer como Puigdemont y fue según todas las biografías un “luchador por el catalán”.

En su juventud es obvio que lucho. Fue miembro del Tercio de Montserrat Franquista. Pequeño adjetivo final que la mayoría de cronistas olvidan, llamándole simplemente tercio rebelde. Como miembro del ejército franquista, así fue, participo en la batalla del Ebro donde el Tercio quedo diezmado en un 80%, y posteriormente fue enviado a aniquilar las últimas revueltas republicanas en Extremadura. Con el fin de la guerra volvió a su provincia de Girona natal.

A pesar de la “prohibición del catalán” creo la Librería “les voltes”, dedicada exclusivamente a la venta de títulos en catalán en 1963. Es decir casi 25 años después de su triunfal paso por el ejército franquista. Como es normal en esas trayectorias post franquistas con la llegada de la democracia recibió diversas condecoraciones como la Cruz de la Sant Jordi. Antes tuvo tiempo de formar parte de Omnium Cultural u organizar los funerales de Félix Millet, el padre del Félix Millet de 'el Palau', a principios de los 70. Tema borrado curiosamente en alguna de sus biografías.

Con un pasado tan “comprometido por la democracia”, según el relato de los independentistas - aniquilar catalanes en el frente del Ebro, suponemos de ERC en muchos casos - su hijo Josep María Matamala, el amigo de Puigdemont, fue elegido concejal de CiU en Girona entre 1987 y 1995. En ese momento fue defenestrado, tras el fracaso electoral, por el político y exdiputado Josep López de Lerma. Su perfil público ya venía de antes. En 1979 con apenas 22 años, cosas de la familia, ya era secretario de la Unió de Botiguers de Girona.

Tras la política se le abrieron las puertas traseras desde la promoción de diversas Ferias locales con apoyo municipal. Así fue el máximo responsable de la Fira Tast de Girona. Aunque no todo eran éxitos. En el caso de Olot fue notorio el boicot de “botiguers d'Olot” a la primera Feria de Rebajas que fue suspendida días antes de su inauguración en 1998. Tras unos años viviendo del dinero público de las Ferias vuelve, o quizás nunca lo dejo, a la política en el 2004, siendo elegido presidente de CDC en Girona con el 65% de los votos de compromisarios a su favor.

El tiempo todo lo une. El 20 de junio del 2006 la ejecutiva presidida por Matamala de CDC nombre como candidato a alcalde de Girona un desconocido Carles Puigdemont. El enfado de sus socios, UDC, era tal que no dudaron en decir “no té el perfil adequat per ser cap de llista, entre altres coses perquè no és de Girona ni viu”.

Curiosamente Carles Puigdemont no era el primer candidato de CDC. Unos meses antes se había anunciado el fichaje del independiente Carles Mascort. Este renunció debido a las amenazas de muerte recibidas. En ellas se especificaba claramente que Mascort debía renunciar a ser candidato. Eso abrió la puerta al 'desconocido' amigo de Matamala, Carles Puigdemont. Poco después Puigdemont sustituyo a su amigo Matamala como presidente de la local de CDC. Su mensaje, creo les sonará, “ampliar la base social para tener más votos”.

Los Matamala empezaron con Franco, asaltaron el primer catalanismo como excusa, y usaron la democracia para medrar creando y potenciando a un personaje de tercera como Carles Puigdemont. Un desconocido, fuera del partido, en aquellos tiempos, al que incluso sus socios de Unió querían eliminar. Al final lo más público es que la sombra de Matamala en Puigdemont no es sólo una. Es más una larga oscuridad que transcurre desde los tiempos de Amer y que siempre coinciden en los momentos cumbre. No debemos olvidar que sin Josep Maria Matamala Carles Puigdemont seguiría siendo ese periodista de comarcas tirado en una barra de bar explicando historias a desconocidos. ¿Cuánto debe Carles Puigdemont a Matamala?... seguramente todo, y eso, en la familia se paga.




Link:
https://gironanoticies.com/noticia/76383_jo-epmariamatamalala-ombradecarle-puigdemont-3.htm