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La intención es convocar elecciones autonómicas para el 2019 y abrir nuevas vías de diálogo con el Gobierno central
La influencia de Puigdemont en el día a día de la política catalana es nulo, y va a camino de ser insignificante en el sí del independentismo. El expresident de la Generalitat de Cataluña está viendo como sus propios compañeros de partido, entre ellos, la consellera Elsa Artadi apuestan por un cambio de estrategia: ignorar a Puigdemont y dialogar con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez.
El sector del secesionismo que apuesta por la vía Artadi está presionando al presidente Quim Torra para que convoque elecciones autonómicas para el 2019. El caso es que Torra todavía no ha tomado ninguna decisión al respecto. Sin embargo, es evidente que las relaciones entre Torra y Puigdemont no pasan por su mejor momento. El expresidente de Ómnium Cultural entiende que el momento de su predecesor ha pasado y que éste debe centrarse en ganar la batalla judicial. Además, Torra, a diferencia de Puigdemont, está intentado crear puentes de diálogo con el Estado. Algo que no está gustando al exalcalde de Girona.
La fragmentación del independentismo catalán se ha acentuado des de la celebración del referéndum del 1 de octubre y sobretodo, tras las elecciones autonómicas. Si dentro de la antigua Convergencia hay diferencias, las que hay con ERC ya son insalvables. Sin duda, el punto de inflexión fue la huida de Puigdemont al extranjero mientras Oriol Junqueras era detenido y encarcelado. A la espera de nuevos elementos que escenifiquen la distensión entre Estado y Generalitat, el independentismo sigue con su batalla interna.
