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El sector de los letrados aumenta cada vez más su cartera de clientes a través de las nuevas tecnologías
Una profesión como la abogacía, muy dependiente de la interacción humana y de la confianza que ese contacto genera, también tiene su hueco en el mundo de las nuevas tecnologías. De hecho, la relación entre los abogados e Internet es creciente, y ya son muchos los profesionales que amplían su cartera de clientes mediante el clic del ratón.
Hay datos que así lo ejemplifican. Hace pocos años, la consultora norteamericana Altman Weil publicó un informe anual donde se analizaban las opiniones de los abogados del país. A la pregunta que se refería a los criterios para seleccionar un despacho, la opción del sitio web -y por lo tanto el posicionamiento del website- figuraba en un destacado octavo lugar -de catorce opciones-.
Dicha tendencia ha ido mejorando con el tiempo. No obstante, la fórmula para captar más clientes no es única, puesto que dependerá de distintos factores dado que cada despacho es único: los abogados de accidentes de tráfico deberán seguir una estrategia concreta, los llamados ciberabogados deberán optar por otro camino o los abogados matrimonialistas deberán adaptarse a unas reglas específicas, por ejemplo.
Ahora bien, a pesar del gran abanico de posibilidades, existen algunas “leyes” generalizadas que deben tenerse en cuenta. Una de capital es el SEO, que no deja de ser el camino de captación más eficaz -y sostenible- en medio y largo plazo. Con un itinerario firme y coherente, se puede conseguir que un despacho aparezca en las primeras posiciones de Google, un trabajo que, no obstante, tendrá que tener detrás la tarea de un especialista.
El posicionamiento es uno de los caminos más factibles, pero no es el único. Hay también quien buscará resultados desde el primer día y, para ello, tendrá que hacer una inversión mediante Google Adwords, el canal publicitario que integra el gigante de Internet en su buscador. O también existen aquellos despachos que apostaran por plataformas de captación especializadas -Abogadea, Abogalista, elAbogado...-, una tendencia cada vez más extendida.
