Cada vez son más personas las que deciden buscar soluciones a sus problemas a través de la adivinación
Son muchas las personas que ante dudas o vicisitudes que les pone la vida, deciden acudir a una vidente para que les lea el porvenir y les ayude a tomar ciertas decisiones. Para qué acudir a un vidente se convierta en una experiencia satisfactoria, es necesario elegir a una persona capacitada. Actualmente debido a la facilidad de acceso que existe a Internet, están proliferando páginas de videncia y tarot, llegando a convertir la elección de una vidente en un tema de doble filo.
La videncia a través del tarot es un arte adivinatorio milenario, que hunde sus raíces en el antiguo Egipto. Compuesto por cartas que se dividen en arcano mayores y arcano menores. Gracias al uso que las buenas videntes han dado de ellas, han conseguido dar respuestas generación tras generación, a todo tipo de dudas.
En la actualidad uno de los métodos más usados a la hora de consultar con una vidente es la vía telefónica. Desde hace varias décadas las consultas se han democratizado y cualquiera puede acceder a ellas desde la comodidad de su hogar, sin necesidad de trasladarse a ninguna parte.
Consultar el futuro a través del teléfono tiene sus ventajas, entre las que podemos encontrar las siguientes:
Confidencialidad: No a todas las personas les gusta exponer sus problemas cara a cara. Poder realizar consultas sin tener que estar presenta anima a muchas personas a preguntar intimidades, pues se sienten protegidas por ese anonimato. Es muy común crear a la larga un vínculo de confidencialidad con el vidente, pero hasta llegar a ese punto, poder elaborar las cuestiones por teléfono, facilita muchas situaciones.
Comodidad al evitar desplazamientos: Un buen vidente no se encuentra en cualquier parte. No todas las zonas cuentan con una persona que posea el don, por este motivo si alguien vive en otra ciudad pero desea contactar con videntes buenas por teléfono, este medio será el mejor. Se evitarán desplazamientos innecesarios. Otro motivo para realizar consultas telefónicas, es que existen muchas personas que se encuentran impedidas en su hogar sin posibilidad de hacer ciertos desplazamientos. Por esta falta de movilidad, poder acceder a una vidente telefónicamente les facilitará la vida.
Disponibilidad: Siempre se pueden encontrar videntes buenas que atienden las 24 horas del día a sus clientes. Una de las causas positivas que animan a muchos a usar el teléfono para realizar sus consultas es que pueden realizarlas en cualquier momento del día sin necesidad de reservar citas previas y sin esperar turno.
Los pagos con tarjeta: Este sistema de pago que resulta muy cómodo, ya que cobra exactamente el tiempo de consulta que se haya realizado. Además no se tiene que hacer frente a largas facturas de teléfono sino que el cobro se hace en el momento de la reunión evitando futuros sobresaltos. Este sistema genera mucha confianza entre ambas partes.
Uno de los principales aspectos que suele provocar mucha preocupación a los consultantes es cómo se puede elegir una buena tarotista o vidente. No siempre es fácil encontrar a una persona que reúna las características precisas y que además posea ese don.
A continuación se enumeran una serie de claves que facilitarán la elección de un vidente de confianza:
Buscar referencias: Si algún conocido ha acudido recientemente a un vidente, su experiencia será de gran ayuda a la hora de elegir uno. Es necesario consultar entre los allegados de confianza que conocen los gustos y necesidades del futuro consultante. Si no conoces a nadie, buscar referencias a través de Internet será imprescindible. Buscar webs donde se pueda leer un poco la vida y el desarrollo de la vidente. Cuales son sus ideas y cuál es su ética de trabajo. Recabar información y no elegir al azar es el punto más importante.
Consultar el precio: Los precios suelen variar enormemente, pero hay que ser consciente de que más caro no significa mejor. Lo esencial es contrastar precios y encontrar ese “feeling” con un vidente. Otras de las ventajas de buscar por Internet es poder preguntar y ver cuales precios son más convenientes. No son de confianza aquellos que desde el primer momento están hablando de sus tarifas, es cierto que todo trabajo tiene un precio pero en este tipo de situaciones la calidad humana pesa más.
Una buena vidente mostrará claridad: No emplees mucho tiempo en la primera consulta. Una buena vidente debe conectar psíquicamente, y brindar información certera y fiable. Un buen vidente debe situarse en el mundo de la persona que pregunta y siempre demostrara con información detallada lo que haya averiguado durante la conexión.
No consultes en momentos de máxima vulnerabilidad: es un error buscar videntes en momentos de inestabilidad emocional. Lo mejor en estos casos es solicitar ayuda una vez el estado anímico se haya estabilizado un poco. Esto permitirá hacer una elección más objetiva.