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El expresidente de Òmnium Cultural no formará parte de ninguna candidatura electoral
Pese a la insistencia de su compañero de prisión, Jordi Cuixart no será candidato en las elecciones catalanas del 21 de diciembre. La decisión la tomó a mediados de noviembre, y su objetivo es continuar siendo presidente de Òmnium Cultural. De momento, está previsto que Cuixart -igual que Sànchez y Junqueras- no salga de prisión hasta el año que viene. La juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela consideró que Cuixart había sido uno de los directores del asedio a la Guardia Civil los días 20 y 21 de setiembre durante los registros en la Consejería de Economía de la Generalitat. Y tras la petición de la Fiscalía, Lamela optó por encarcelar a Cuixart por presuntos delitos de sedición.
El próximo sábado se cumplirán dos meses de la entrada en prisión de ‘los Jordis’, y sólo Sànchez (ANC) ha decidido formar parte de una lista electoral en los comicios del 21-D. Tanto el bloque independentista como los dos líderes encarcelados no esperaban dicha situación, pero las manifestaciones “tumultuosas” contra los agentes de la Guardia Civil no podían quedar sin consecuencias. Según la juez, las imágenes de televisión demostraban que ambos habían orquestado las movilizaciones, y fue entonces cuando decidió encarcelarlos. Sin duda, fue la antesala del 1 de octubre y del posterior encarcelamiento de los consejeros destituidos de la Generalitat.
Tras meses de prisión, Cuixart sigue creyendo en la causa independentista pero ha optado por hacer un paso al lado, como el expresident Artur Mas. El exlíder de Òmnium quiere salir de prisión lo antes posible, y quiere evitar ser imputado por otras causas. En este sentido, Cuixart renuncia a ser político por dos razones. La primera, porque no quiere hipotecar su vida personal y profesional, Y segunda, porque no se ve -o no lo ven- capacitado para hacer el salto en la primera línea política. Jordi Cuixart es uno de los emblemas del independentismo, pero a medio o largo plazo, su estatus puede cambiar. Igual que Carme Forcadell y algunos exconsellers, Cuixart teme que la gente le vea como un independentista con condiciones: dirigiendo Òmnium Cultural y alejado de cualquier peligro. El tiempo dirá si el bloque independentista lo sigue considerando un héroe de la causa o un líder que no quiere asumir responsabilidades que le perjudiquen a nivel personal.
