Algunos podemos estar orgullosos de nuestros padres o abuelos, y otros como Lluis Llach simplemente avergonzados
Algunos somos de los que pensamos que todos somos rehenes de nuestro pasado, pero jamás del de nuestros familiares. No hace falta decir que algunos podemos estar orgullosos de nuestros padres o abuelos, y otros como Lluis Llach simplemente avergonzados. No es que lo diga yo, lo dicen los propios miembros de su partido y, como no, todo aquel independentista que se precie. Aquellos que vociferan contra quien tuvo antepasados franquistas. No descubrimos nada si recordamos que Lluis tiene una lista, y bien larga. Incluso con padre alcalde por “leal actitud personal e ideológica al régimen” en Verges . Girona.
Pero como decimos uno debe responder de su pasado pero jamás del de sus familias. Aunque eso implique en la biografía de Llach encontrar más mentiras que verdades. A mi que soy del genero de la duda siempre me ha sorprendido el uso tergiversado de algunas palabras para dotarse de un glamour inexistente. Vamos la prostitución de las palabras para generar un pasado intenso que nunca existió.
El exilio de Lluis Llach
Cuando uno navega por el curriculum del cantautor destaca con letras doradas su exilio en Francia. Un punto que significó el inicio fulminante de su posterior aureola. Pero, ¿existió dicho exilio o fue que se fue a vivir a Francia a buscar mejores oportunidades como cualquier otro emigrante?
La clave está en bucear por los medios de la época. El exilio de Llach se inició tras una supuesta bronca en Cuba y duró desde 1970 a 1974. Según recoge el subvencionado Nacio Digital exactamente hasta el día 2 de febrero de 1974 http://www.naciodigital.cat/noticia/124605/dia/lluis/llach/va/tornar/exili Como hábiles lectores deducirán que Franco todavía estaba vivo y en esas fechas se estaba a unos días de la ejecución de Puig Antich. Sorprende, en todo caso, que un exiliado político, luchador contra el franquismo, dispusiera de tal libertad de movimiento en esas fechas.
Pero si les digo la verdad sorprende aún más que unos meses antes ofreciera diversos conciertos por Cataluña. Por ejemplo como indica la propia La Vanguardia, el “dilluns 17 de marzo de 1973 en Badalona”.