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La presidenta de la Agrupación Nacional se ha mostrado crítica con la situación de la inmigración ilegal
La presidenta de la Agrupación Nacional -en francés, Rassemblent National (RN)-, Marine Le Pen, ha visitado este domingo, 9 de enero, la ciudad de Perpiñán, en el marco de su visita al Departamento de los Pirineos Orientales con el objetivo de hablar de la inmigración ilegal. Junto al alcalde de la capital del Rosellón, Louis Aliot, Le Pen ha señalado que "el dinero que ahorraremos frenando la inmigración ilegal se puede reorientar hacia otros ámbitos como la reindustrialización de nuestro país y la formación de los jóvenes, que son las principales preocupaciones de los franceses".
En concreto, la visita de Le Pen se ha iniciado por la mañana, mediante una visita en la comisaría policial del Perthus, donde la política se ha reunido con funcionarios para discutir el tema de la inmigración ilegal al territorio. Desde allí, Le Pen ha denunciado un aumento "dramático" del número de detenciones por entradas ilegales en territorio francés: si en el 2019 se registraron cerca de 11.000, durante el año pasado la cifra se elevó a las 13.000. Además, Le Pen también se ha referido a la falta de fuerzas de seguridad en las fronteras: "Los medios que se ponen a disposición de nuestra policía y nuestra gendarmería para proteger las fronteras no son medios suficientes", ha subrayado la presidenta de RN, que también ha propuesto aumentar el número de agentes policiales y gendarmes en 7.000, con "un número significativo que puede ponerse a disposición de nuestra policía de fronteras".
Durante la jornada, Le Pen también se ha dirigido a Cerbères, el paso previo antes de su visita al centro de detención administrativa de Perpiñán, donde se retienen a los extranjeros mientras esperan ser expulsados del territorio. Allí le esperaba Aliot, que ha valorado muy positivamente su visita: "Marine está totalmente dedicada a la defensa de nuestro país y de nuestros valores, mi confianza en ella es total".
