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Para disfrutar de todo ello en condiciones privilegiadas, una opción muy sugestiva es alquilar un barco en la Costa Brava, ya que a bordo de una embarcación se puede vivir una experiencia única
La Costa Brava tiene infinidad de atractivos, ofreciendo pueblos marineros que rebosan encanto, maravillosas playas y calas paradisíacas. Además, en esta zona del litoral mediterráneo gerundense podemos encontrar destinos tan atractivos como Palamós, Calella de Palafurgell, Cadaqués... lugares que brindan todo lo que podemos desear para pasar unas vacaciones de ensueño.
Para disfrutar de todo ello en condiciones privilegiadas, una opción muy sugestiva es alquilar un barco en la Costa Brava, ya que a bordo de una embarcación se puede vivir una experiencia única.
Así, si optamos por ejemplo por el alquiler de un velero, ya sea con o sin patrón, tendremos la oportunidad de tener unas vistas maravillosas desde el mar, acceder fácilmente a las calas más recónditas, y disfrutar de la paz y tranquilidad que da surcar unas aguas solitarias.
Los enclaves más característicos de la Costa Brava
En apenas unas decenas de millas náuticas se suceden los enclaves más emblemáticos de la Costa Brava, comenzando al sur con Palamós, un lugar ideal como punto de partida de rutas en barco. Además, en el propio entorno de la localidad tienes la posibilidad de contemplar maravillosos parajes naturales, en los que contrastan las calas de aguas color turquesa con la exuberante vegetación y la belleza salvaje de las rocas.
A tiro de piedra desde Palamós encontrarás Calella de Palafrugel, pudiendo disfrutar, a bordo del velero, de unas vistas prodigiosas de un pueblo que ha preservado todo su encanto marinero. Además, puedes fondear en algunas de las preciosas calas de los alrededores de Begur como Aiguablava, Sa Tuna, Sa Riera o Aiguafreda.
Asimismo, otra opción que tienes es poner rumbo desde Palamós hacia L’Estartit, una ruta que te permitirá descubrir multitud de calas únicas. Si te adentras un poco en el mar encontrarás las Islas Formigues, que tienen un interesantísimo pasado Medieval, un estupendo faro y son refugio de una gran variedad de aves marinas.
Esta misma ruta desde Palamós hacia L’Estartit te brindará la posibilidad de disfrutar de otras islas maravillosas como las Medas, que destacan por la riqueza de sus fondos marinos en los que abundan multitud de especies de flora y fauna. Un sitio de gran atractivo para los amantes del submarinismo.
El Cabo de Creus que emerge tras el extenso Golfo de Roses ofrece también múltiples calas al abrigo de los vientos en las que merece mucho la pena fondear. Por ejemplo, podemos acercarnos a Cala Montjoi, donde se albergaba el mítico El Bulli de Ferran Adrià y donde los veleros pueden acercarse bastante a la orilla. Aunque para la práctica del esnórquel, la mejor opción es Cala Joncols y sus bellos fondos marinos.
Mientras que si hay una población que invite a poner pie a tierra esa es, sin duda, Cadaqués, con unas callejuelas por las que apetece mucho perderse. Y ya un poco más al norte, en Portlligat, podrás visitar la casa museo de Salvador Dalí y conocer los paisajes que lo inspiraron.
Como has podido comprobar, alquilar un velero para disfrutar de todos los tesoros de la Costa Brava es el plan ideal para tus próximas vacaciones. Descubrir rincones costeros recónditos a bordo de una embarcación te ofrece la oportunidad de vivir una experiencia única e irrepetible. ¿Te animas?
