La conexión a Internet es fundamental para cualquier freelance
Trabajar como freelance tiene muchas ventajas y, de hecho, cada vez más profesionales eligen esta forma de trabajo. Pero, a pesar de las grandes oportunidades que se le ofrecen a los freelancers, estos también tienen que afrontar importantes retos. Uno de ellos es ahorrar costes para que el trabajo sea mucho más rentable.
La buena noticia es que para los freelancers reducir costes es relativamente sencillo, porque esta forma de trabajar es más flexible y lleva implícitos menos gastos generales que la empresa promedio.
Además de concentrarse en conseguir nuevos clientes, los freelancers tienen que pensar en gastos. La mayoría de las personas asumen que trabajando desde casa se ahorra mucho dinero porque no hay costos relacionados con el trabajo. Claro, los trabajadores freelance no tienen que preocuparse por cosas como comprar ropa de trabajo elegante o de trabajo, o pagar el transporte, pero al igual que todos los demás, es importante encontrar formas de controlar el gasto.
Trabajar por cuenta propia viene con su parte de gastos, como equipos informáticos, formación especializada, etc. Hacer un seguimiento de los gastos es clave para los freelancers y ayuda a separar los gastos personales de los profesionales.
Si trabajas desde casa es posible que necesites tener puesta la calefacción o el aire acondicionado durante más tiempo. Eso hará que suba la factura de la luz o del gas.
Las facturas de energía son importantes, pero también fáciles de recortar. Hay muchas formas de ahorrar. Colocar termostatos o usar aparatos de bajo consumo son algunas de ellas. También puede que tengas que revisar el proveedor y buscar alguna oferta que se ajuste a tus necesidades.
La conexión a Internet es fundamental para cualquier freelance. Muchos incluso tienen una línea adicional contratada para su trabajo, para evitar problemas. La buena noticia es que puedes encontrar muchas ofertas de Internet barato para poder trabajar sin problemas de conexión.
Otra forma de ahorrar costes es vigilar los gastos en equipamiento, material de oficina y otros elementos necesarios. Para ello es muy importante que valores qué es exactamente lo que necesitas y no comprar solo llevado por la obsesión tecnológica o la marca. Además, hay muchos elementos que puedes necesitar que tal vez puedas adquirir más baratos en su versión reacondicionada, incluso de segunda mano.
Tanto si se trata de facturas como de facturas simplificadas, si tienen que ver con el desarrollo de tu actividad, te las puedes desgravar. Eso te permitirá ahorrar dinero a la hora de pagar impuestos, tanto IVA como IRPF.
Ten en cuenta que si usas el coche para cuestiones relacionadas con el trabajo también hay ciertos gastos que puedes imputar a la actividad.
Si tienes la oficina en casa, parte de los gastos de luz, agua, gas, seguro y alguno más te los puedes desgravar. Para eso tienes que declarar qué porcentaje aplicas a uso profesional.