Los 2,4 millones de habitantes de Castilla y León han respirado aire contaminado por ozono durante el verano de 2019 por encima de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y 640.000 personas que viven en la montaña sur de la Comunidad y en la aglomeración de Valladolid (fundamentalmente en la zona sur) lo hicieron incluso de forma superior a lo que se establece por ley.