El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reiteró hoy que no autorizará la convocatoria de un referéndum en Cataluña porque, según ha dicho, tal medida supondría "liquidar la soberanía nacional y la igualdad de los españoles". Así lo ha subrayado durante la rueda de prensa que ha hecho para valorar el año 2016, una comparecencia en la que también se ha mostrado confiado en que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, asista finalmente a la conferencia de presidentes autonómicos del 17 de enero. Además, el mandatario pidió a los partidos independentistas y al Gobierno catalán que dejen de dar "pasos en la mala dirección" y "contra el sentido común" porque, dijo, "resulta nocivo para la convivencia".
Por otra parte, Rajoy también se ha mostrado contrario a una reforma de la Constitución que sirva para paliar el conflicto territorial. "Una reforma constitucional no resolverá el problema, lo que se trata es de construir, de ser positivos. No aceptaremos la liquidación de la soberanía nacional, de nuestra historia", dijo. "Ofrezco algo mucho más razonable: hablar y dialogar y no dar más pasos en la dirección contraria a lo que marca el sentido común", ha añadido antes de resaltar que no está dispuesto a hablar sobre "incumplir la ley" o cuestionar "la unidad, la igualdad y el derecho a decidir de los españoles, que corresponde a todos los ciudadanos". En este sentido, garantizó que los catalanes no tengan que elegir entre ser "catalanes y fue también españoles y europeos".
Las palabras del presidente del Ejecutivo, que han llegado después del último Consejo de Ministros del año, también han tenido espacios de optimismo de cara al 2017. "Nos ofrece -el 2017- metas ambiciosas que podemos conseguir juntos", ha señalado en referencia a Ciudadanos y también al PSOE, con quien acaba de cerrar un acuerdo sobre el aumento del salario mínimo. "Si somos capaces de mantener esta actitud responsable y constructiva podemos garantizar un futuro de prosperidad que será mérito de todos".
Los retos de futuro
El deseo de Rajoy, tal y como ha explicado, es que ésta sea una legislatura larga: "Mi voluntad es que dure cuatro años". Al respecto, ha remarcado que el Gobierno estatal se plantea metas "ambiciosas" como recuperar la riqueza perdida durante la crisis; crear medio millón de puestos de trabajo más; completar el proceso de saneamiento de las cuentas públicas; diseñar un modelo de financiación autonómica que garantice la cohesión social del país; elaborar un modelo educativo pactado entre los partidos y las comunidades autónomas o buscar consensos sobre las medidas a adoptar para asegurar el futuro de las pensiones o para estudiar nuevas estrategias que sirvan para erradicar la violencia de género.
Autor: J.N/ GN